Jeremy Gabriel Sánchez (15) y Orlando Rubén Sequeira (16) son las dos últimas víctimas de ciberdelincuentes que captan jóvenes mediante las redes sociales. Los adolescentes desaparecieron en octubre y mayo del 2018, respectivamente, para luego ser desaparecidos, uno de los restos fue hallado en 2020 en La Unión y el otro permanece en el misterio.
Especialistas advierten que con el uso de perfiles fálsos, promesas de una vida mejor o seducción los inescrupulosos se ganan la confianza de los menores de edad.